Memorias comparseras

Durante veinte años Tercer Acto ha montado cerca de quince comparsas, desde actos dramáticos como “Labriegos de la esperanza” -2009- hasta espectáculos festivos y de alto impacto como “Diablas en carnaval” -2015- todas ellas sustentadas en referentes de las fiestas de un país que ha aprendido a asumir la tragedia con altivez, fruto de la mirada escénica de una ciudad que cambia a cada segundo.

 

Comparsas a las que se ha vinculado un equipo de cerca de dos mil artistas entre intérpretes, coreógrafos (as) músicos (as) apoyos plásticos, diseñadores (as) de vestuario, mascaras, escenografías, estructuras. Un cumulo de cerca de setecientos vestuarios, que por el paso de los años han cambiado de mano. Hoy presentamos una pequeña galería; pues al igual que otras cifras las imágenes de estas comparsas también superan nuestras capacidades.

DIABLAS EN CARNAVAL

Esta comparsa evoca la migración no sólo de aves; sino de seres humanos que han tenido que abandonar su territorio en salvaguarda de la vida. Este desplazamiento genera una nueva comunidad que aunque recuerda con nostalgia su tierra, 

su pasado, también ríe y aprende a bailar.

 Rinde un Homenaje a nuestras mujeres, madres, hermanas, abuelas, hijas, vecinas y amigas, seres “verracos” que enfrentan las adversidades de la vida como unas Diablas, donde valores como el amor y 

el respeto priman sobre todas las cosas.

EL RETORNO DE LAS AVES

Tercer Acto llega a las comparsas por el gusto -inicialmente- por los zancos, la música, el teatro, la plástica y la danza en espacios abiertos, con más de quince montajes hemos investigado, creado y acuñado un estilo propio; en el que los vestuarios con volumen, los materiales poco convencionales y la ruptura de las estéticas y las formas, marcan una línea que nos identifica como un referente en esta práctica escénica en la ciudad y en el país.

GARCÍA MULTICOLOR

Como homenaje al novel colombiano y a su aporte cultural a nuestra sociedad se concibe una propuesta estética y escénica a través de 10 personajes de colores, con grandes vestuarios, en zancos y música en vivo.  Se entonan ritmos musicales propios a nuestras regiones y se expone la diversidad  social,  cultural y política de nuestro país.